domingo, 29 de noviembre de 2009

Biología humana y salud


Enfermedad Genética




Para esclarecer qué se entiende por enfermedad genética, llamadas también hereditarias o congénitas, debemos revisar el concepto de gen o partícula que trasmite caracteres de padres a hijos.

Los genes están en los cromosomas, estructuras filamentosas que se encuentran en el núcleo de todas las células del cuerpo. Cada cromosoma tiene miles de genes diferentes.
Los genes se encuentran siempre en pares. El padre y la madre proveen cada uno un gen de sus pares para formar un nuevo par para el niño. De esta manera, los genes siempre pasan características familiares de una generación a la siguiente.

Los padres no pueden controlar los genes que heredaran sus hijos.



Así existen enfermedades de los padres cuya información está contenida en genes y estos son capaces de traspasarse a los hijos cuando se realiza la fecundación del óvulo materno.

Las enfermedades genéticas corresponden a un grupo heterogéneo de afecciones que en su desarrollo presentan un significativo componente genético. Ello puede ser alguna alteración en un solo gen, en varios genes (poligenes) o en muchos genes (cromosomas).

La alteración genética puede producir directamente la enfermedad (por ejemplo, el caso de la Hemofilia ) o interactuar con factores ambientales (como, por ejemplo, la predisposición genética en el desarrollo de la Hipertensión arterial).

Cada vez se hace más difícil separar las afecciones de desarrollo ambiental de aquellas llamadas "genéticas puras". A modo de ejemplo, conviene recordar que para varias enfermedades típicamente ambientales, como infecciones bacterianas, parasitarias, etc., recientemente se ha demostrado una susceptibilidad genética del individuo.

En síntesis, se puede decir que las enfermedades genéticas son aquellas debidas a una alteración en el material genético de una persona y que suelen provocar una alteración metabólica.

Se pueden distinguir:

Enfermedad genética dominante: enfermedad genética en la que con una sola copia afectada del gen se manifiesta la enfermedad.

Enfermedad genética recesiva: enfermedad genética en la que se necesitan dos copias afectadas del gen para padecer la enfermedad.

Enfermedad ligada al sexo: enfermedad que se trasmite en los cromosomas sexuales; suele ser más frecuente que se trasmita en el cromosoma X.

Enfermedad monogénica: enfermedad genética debida a la alteración de un solo gen.

Enfermedad poligénica: enfermedad genética debida a la alteración de diversos genes.




Enfermedades venéreas (ETS)



Es un grupo de enfermedades infectocontagiosas que en el noventa por ciento de los casos se adquieren a través de las relaciones sexuales.


Antídoto: sexualidad responsable.

La denominación de “enfermedades venéreas” tiene su origen en Venus diosa del amor carnal para los romanos, porque comúnmente suele considerarse a las prostitutas como fuente y origen de este tipo de infecciones, y a los infectados como justamente castigados por sus pecados.

En la actualidad se prefiere el término enfermedades de trasmisión sexual (ETS) porque es más descriptivo y evita una actitud despectiva hacia las mujeres y hacia los infectados.

Las ETS, entonces, también llamadas venéreas, son aquellas que se adquieren a través de las prácticas sexuales con personas infectadas.

Tienen amplia incidencia y difusión y son de constante incremento a nivel mundial pues están relacionas a patrones de comportamiento promiscuo (relaciones sexuales inseguras, sin uso de protección: preservativos), con parejas múltiples, sin cuidado de hábitos de higiene personal.

El problema que genera en el ámbito de la salud pública, radica que algunas de éstas enfermedades pueden encontrarse en estadio de cronicidad asintomática, desconocidas o ignoradas por el mismo paciente, que ante parejas sexuales ocasionales no prevenidas, facilita su contagio, haciendo prácticamente imposible la erradicación.

El entorno de las enfermedades venéreas comprende, por lo general, la sífilis, la blenorragia o gonococcia, el chancro blando, el linfogranuloma venéreo, el condiloma acuminado (o papiloma venéreo), y algunas ectoparasitosis como la pediculosis púbica (ladilla).

Existen otras infecciones trasmitidas por contacto sexual que, sin ser catalogadas de venéreas, ocasionan molestos y recurrentes problemas a las parejas. Tal el caso de la tricomoniasis y la candidiasis, que suelen ser repetidos huéspedes del flujo vaginal.

Otras enfermedades que debemos incorporar al grupo de las ETS, son: la Hepatitis B y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (Sida) producido por el VIH (o HIV).


Chancro en el pene.

Entre las causales de importancia para adquirir una enfermedad venérea merecen mencionarse a:

1.- Precariedad social, que es sinónimo de precariedad sanitaria e incremento de la promiscuidad, destacándose mayor incidencia del comercio sexual en capas sociales bajas, donde existe desinformación y abunda la falta de higiene.

2.- La libertad sexual que caracteriza a la nueva generación de adolescentes, con escasas ataduras a valores convencionales, con multiplicidad de contactos ocasionales, con prácticas sexuales donde suele ser habitual el cambio de parejas, en una etapa de la vida donde se relega la higiene y el autocuidado a segundos planos, manifestaciones todas ellas que culminan en sexo no seguro, promiscuo, y vulnerable a cualquier tipo de enfermedad venérea.

3.- El mecanismo polimorfo habitual de contagio, con lo complejo que resulta identificar a los contactos, y con el agravante en la infección gonocóccica y sifilítica, de casos asintomáticos (contagiados que no presentan síntomas) principalmente en las mujeres, que actúan de portadoras desconocidas (aún por ellas mismas), propagando la enfermedad en proyección geométrica.

De entre las mencionadas, las más importantes enfermedades venéreas son la blenorragia y la sífilis.

Blenorragia o Gonorrea o Gonococcia

También llamada gonorrea o uretritis gonocócica, es la más frecuente de todas las enfermedades infectocontagiosas. Solo el resfrío común la supera en frecuencia.

Produce en principio una inflamación de la uretra (uretritis), pero posteriormente ataca otros órganos del aparato reproductor y puede llegar a causar la esterilidad.

Agente etiológico (causante)

Es una bacteria esférica (coco), denominada gonococo de Neisser, que tiene la forma de un grano de café y se presenta en pares. Circula por la sangre facilitando la difusión de la enfermedad a órganos vecinos (testículos, próstata y epidémico en el hombre; ovarios, vagina, útero y oviductos en la mujer) y a órganos alejados como la articulación de la rodilla (artritis) y el corazón.

Genética y Herencia

Genética

Mendel, clave en investigaciones genéticas.

Hablar de herencia es hablar de genética, la ciencia que estudia la trasmisión hereditaria de los seres vivos a través de la reproducción. En otras palabras, herencia genética es la forma en que los progenitores dan a su descendencia los caracteres que ellos poseen.

Cualquier característica de un ser vivo que sea susceptible de ser trasmitida a su descendencia, la denominamos carácter hereditario.

El conjunto de características (no visibles) que un ser vivo hereda de sus progenitores se denomina genotipo, y aquellas que se hacen visibles en él se denomina fenotipo; este último viene determinado por el genotipo y las "condiciones ambientales" en las que el ser se ha desarrollado.


Forma de trasmisión de la herencia genética
La herencia genética es suministrada conjuntamente por los progenitores; es decir, el genotipo del nuevo ser está constituido por el aporte de ambos.

El macho aporta la herencia en los cromosomas del espermatozoide.

La hembra aporta su herencia en los cromosomas del óvulo.

La unión de espermatozoide y óvulo forma la célula huevo y dentro de ésta se encuentran los cromosomas de ambos; estos cromosomas son los que guardan la información de los caracteres hereditarios.

Los cromosomas son unos filamentos en los que se agrupan los genes, formados por secuencias de ADN y ARN.

Un gen es una unidad de trasmisión hereditaria que determinará, durante el desarrollo de un ser, la aparición o no de un determinado carácter. Así, pues, los elementos que determinan las características a heredar por un nuevo ser son los genes que están ubicados en los cromosomas de la célula huevo. En una célula, los cromosomas se agrupan por pares; en la célula huevo (origen de todas las que tendrá el nuevo ser), cada par posee un cromosoma de cada uno de los progenitores.

Los dos cromosomas que forman cada par son, generalmente, morfológica e intrínsecamente similares, y los genes situados en ellos en lugares homólogos, los llamados alelos o genes homólogos, son responsables de una determinada característica a la hora del desarrollo del nuevo ser.

Los genes alelos, entonces, son dos genes que ocupan el mismo lugar o “locus” en un par de cromosomas homólogos, es decir, en un par de cromosomas que tienen igual tamaño, forma y secuencia de genes.

También podemos decir que alelo es cada una de las variantes que puede presentar una secuencia de ADN polimórfica.

Cuando en alguna característica hereditaria interviene no solo un gen sino varios, que concurran en la trasmisión de este carácter, hablamos de alelismo múltiple.





Herencia

La herencia genética es la transmisión a través del material genético contenido en el núcleo celular, de las características anatómicas, etc. de un ser vivo a sus descendientes. El ser vivo resultante tendrá caracteres de uno o los dos padres.

La herencia consiste en la transmisión a su descendencia de los caracteres de los ascendentes. El conjunto de todos los caracteres transmisibles, que vienen fijado en los genes, recibe el nombre de genotipo y su manifestación exterior en el aspecto del individuo el de fenotipo. Se llama idiotipo al conjunto de posibilidades de manifestar un carácter que presenta un individuo.

Para que los genes se transmitan a los descendientes es necesaria una reproducción idéntica que dé lugar a una réplica de cada uno de ellos; este fenómeno tiene un lugar en la meiosis.

Material genético y reproducción celular






Cromosomas y genes :












Los cromosomas son bioquímica mente moléculas de ADN unidas a proteínas llamadas histonas. Durante la división celular la cromatina se concentra y se enrolla apretadamente alrededor de una trama protética formando cuerpos compactos llamados cromosomas. El tamaño de éstos puede oscilar entre los 0,2 y 5micrómetro de longitud.


Normalmente existen 46 cromosomas en cada célula humana(23 pares).










Mitosis



Es la división nuclear asociada a la división de las células somáticas. Las células somáticas de un organismo eucariótico son todas aquellas que no van a convertirse en celulas sexuales.. La mitosis es el proceso de división o reproducción de cualquier célula que no sea germinal.

Las etapas mas relevantes de la mitosis son:

  • Profase : Las hembras de ADN se condensan y van adquiriendo una forma determinada llamada cromosoma. Desaparecen la membrana nuclear y el nucléolo. Los centriolos se ubican en puntos opuesto en la célula y comienzan a fromar unos finos filamentos que en conjunto se llaman huso mitótico.

  • Metafase: Las fibras del huso mitótico se unen a cada centrómero de los cromosomas. Estos se ordenan en el plano ecuatorial de la célula, cada uno unido a su duplicado.

  • Anafase: Los centromeros se duplican, por lo tanto, cada duplicado del cromosoma se separa y es atraido a su correspondiente polo, atravez de las fibras del huso. La anafase constituye la fase crucial de la mitosis, porque en ella se realiza la distribución de las dos copias de información genética original.

  • Telofase: En ella se desintegra el huso mitotico, la membrana nucleas y el nucleolo reaparecen, los nuevos cromosomas pierden su forma definida y se transfroman en hebras o largos filamentos de ADN.

Meiosis :

Los organismos superiores que se reproducen de forma sexual se forman a partir de la union de dos celulas sexuales especiales denominadas gametos. Éstos se orginian mediante meiosis,proceso exclusivo de división de las celulas germinales.

La meiosis se diferencia de la mitosis en que solo se transmite a cada celula nueva un cromosoma de cada una de las parejas de la celula original.Por esta razoncada gameto contiene la mitad del numero de cromosomas que tienen el resto de las celulas del cuerpo.

La meiosis cinsiste en dos divisiones sucesivas de una celula diploide : - Primera división meiotica

- Segunda division meiotica









martes, 10 de noviembre de 2009

Sistema Respiratorio


La respiración es el proceso por el cual ingresamos aire (que contiene oxígeno) a nuestro organismo y sacamos de él aire rico en dióxido de carbono. Un ser vivo puede estar varias horas sin comer, dormir o tomar agua, pero no puede dejar de respirar más de tres minutos. Esto grafica la importancia de la respiración para nuestra vida.
El sistema respiratorio de los seres humanos está formado por:
Las vías respiratorias: son las fosas nasales, la faringe, la laringe, la tráquea, los bronquios y los bronquíolos. La boca también es, un órgano por donde entra y sale el aire durante la respiración.
Las fosas nasales son dos cavidades situadas encima de la boca. Se abren al exterior por los orificios de la nariz (donde reside el sentido del olfato) y se comunican con la faringe por la parte posterior. En el interior de las fosas nasales se encuentra la pituitaria, que calienta y humedece el aire que inspiramos. De este modo, se evita que el aire reseque la garganta, o que llegue muy frío hasta los pulmones, lo que podría producir enfermedades.
La faringe se encuentra a continuación de las fosas nasales y de la boca. Forma parte también del sistema digestivo. A través de ella pasan el alimento que ingerimos y el aire que respiramos.
La laringe está situada en el comienzo de la tráquea. Es una cavidad formada por cartílagos que presenta una saliente llamada comúnmente nuez. En la laringe se encuentran las cuerdas vocales que, al vibrar, producen la voz.
La tráquea es un conducto de unos doce centímetros de longitud. Está situada delante del esófago.
Los bronquios son los dos tubos en que se divide la tráquea. Penetran en los pulmones, donde se ramifican una multitud de veces, hasta llegar a formar los bronquiolos.


sistema circulatorio


El cuerpo humano es recorrido interiormente, desde la punta de los pies hasta la cabeza, por un líquido rojizo y espeso llamado sangre. La sangre hace este recorrido a través de un sistema de verdaderas “cañerías”, de distinto grosor, que se comunican por todo el cuerpo.
La fuerza que necesita la sangre para circular se la entrega un motor que está ubicado casi en el centro del pecho: el corazón, que es una bomba que funciona sin parar un solo segundo.
Estos elementos, junto a otros que apoyan la labor sanguínea, conforman el Sistema o Aparato circulatorio
El sistema o aparato circulatorio es el encargado de transportar, llevándolas en la sangre, las sustancias nutritivas y el oxígeno por todo el cuerpo, para que, finalmente, estas sustancias lleguen a las células.
También tiene la misión de transportar ciertas sustancias de desecho desde las células hasta los pulmones o riñones, para luego ser eliminadas del cuerpo.
El sistema o aparato circulatorio está formado, entonces, por la sangre, el corazón y los vasos sanguíneos.
La sangre
La sangre es una compleja mezcla de partículas sólidas que flotan en un líquido. Ese líquido, amarillento y transparente, se llama plasma, y las partículas sólidas que flotan en él son los llamados elementos figurados, que aparecen el dibujo a la derecha.
Esta parte sólida es roja y está formada por glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.
Glóbulos rojos: Son células que le dan el color rojo a la sangre y, a la vez, llevan el oxígeno desde los pulmones a todas las células del cuerpo, y el anhídrido carbónico desde las células hacia los pulmones.
Intercambio de oxígeno: Todas las células y tejidos del cuerpo necesitan recibir constantemente oxígeno para mantenerse vivos. Ese oxígeno lo extrae la sangre desde los pulmones (donde se acumula cuando inspiramos) y los glóbulos rojos lo distribuyen por todo el cuerpo. Al mismo tiempo, dejan el oxígeno y sacan de los tejidos el productos de desecho llamado anhídrido carbónico (o dióxido de carbono) para llevarlo a los pulmones y desde allí botarlo al exterior cuando expiramos.
Glóbulos blancos: Son células que pueden alterar su forma para desplazarse fuera del torrente sanguíneo y capturar los microbios.
Plaquetas: Son partes de células que intervienen en la coagulación de la sangre.
El corazón
Es un órgano o bomba muscular hueca, del tamaño de un puño. Se aloja en el centro del tórax. Su única función es bombear la sangre hacia todo el cuerpo.
Interiormente, el corazón está dividido en cuatro cavidades: las superiores se llaman aurículas, y las inferiores, ventrículos.
La aurícula y el ventrículo derechos están separados de la aurícula y ventrículo izquierdos por una membrana llamada tabique. Las aurículas se comunican con sus respectivos ventrículos por medio de las válvulas.
Vasos sanguíneos
Son las arterias, venas y capilares; es decir, los conductos por donde circula la sangre.
Arterias: Son vasos de paredes gruesas. Nacen de los ventrículos y llevan sangre desde el corazón al resto del cuerpo. Del ventrículo izquierdo nace la arteria aorta, que se ramifica en dos coronarias, y del derecho nace la pulmonar.
Venas: Son vasos de paredes delgadas. Nacen en las aurículas y llevan sangre del cuerpo hacia el corazón.
Capilares: Son vasos muy finos y de paredes muy delgadas, que unen venas con arterias. Su única función es la de favorecer el intercambio gaseoso.
Trabajo del corazón y recorrido de la sangre
El corazón está trabajando desde que comienza la vida en el vientre materno, y lo sigue haciendo por mucho tiempo más, hasta el último día.
Para que bombee sangre hacia todo el cuerpo, el corazón debe contraerse y relajarse rítmicamente. Los movimientos de contracción se llaman movimientos sistólicos, y los de relajación, movimientos diastólicos.
La sangre sale del corazón a través de las arterias y se dirige hacia los pulmones. Allí recoge el oxígeno y regresa al corazón a través de las venas. El corazón la bombea hacia el resto del cuerpo, para llegar otra vez hasta él cargada de anhídrido carbónico y, así, ir nuevamente a los pulmones y volver a comenzar el ciclo.

nutrición


Las sustancias que emplea el organismo para su nutrición se encuentran contenidas en los alimentos, generalmente formando compuestos que no se asimilan y que han de transformarse en cuerpos solubles en el agua, capaces de ser absorbidos en el tubo digestivo.Esta transformación se consigue mediante una serie de procesos mecánicos y químicos que se desarrollan en el seno de las vísceras que constituyen el aparato digestivo. En realidad, el proceso de la digestión empieza en el cerebro el cual envía la orden de puesta en marcha al estómago en el mismo instante en que la vista o el olfato son estimulados e incluso cuando se produce cualquier pensamiento referente a la comida.
Digestión bucalLlegada la comida a la boca, los dientes rompen los alimentos por fuera y la saliva los rompe por dentro.
Los alimentos, que han sido cortados y triturados por las piezas dentarias, se mezclan, durante el tiempo que dura la masticación, con la saliva, que es el producto de la secreción de las diversas glándulas salivales. La composición de la saliva varía en relación con el tipo de los alimentos ingeridos.Su reacción es alcalina y contiene algunos fermentos, de los cuales el más importante es la ptialina, que tiene la propiedad de producir el desdoblamiento de los hidratos de carbono, transformando los que tienen una composición más compleja, como el almidón, en cuerpos más sencillos, como la dextrina y la maltosa. Este proceso se realiza en la boca durante la masticación; pero, como la permanencia del alimento en la cavidad bucal es tan corta, no da tiempo a que se realice por completo la digestión de los carbohidratos, por lo que ha de terminarse en el estómago e intestino. Las grasas y las albúminas no son atacadas por la saliva, pasando incólumes al estómago al ser deglutidas.Además de la ptialina y otros fermentos menos importantes, la saliva contiene también una cantidad de mucina, que tiene gran importancia en la digestión, pues actúa posteriormente en procesos químicos que se realizan en el estómago. La función digestiva de la boca comprende, además, otros aspectos, pues la saliva diluye ciertas sustancias agradables al paladar que actúan sobre determinadas terminaciones nerviosas, estimulando el apetito. La boca interviene, asimismo, en la regulación del equilibrio hídrico, pues al secarse su mucosa se origina la sensación de sed. Como resultado de este proceso de masticación, se obtiene el bolo alimenticio, que pasa en seguida al estómago. Digestión gástricaEl estómago es la bolsa donde van a parar los alimentos una vez masticados entrando en contacto con el ácido clorhídrico, uno de los componentes del jugo gástrico.
El ácido clorhídrico es un líquido de gran poder abrasivo, cuya función es deshacer las proteínas (carne, pescado, legumbres, frutos oleaginosos, etc.) Si nuestra dieta es muy rica en estos alimentos producimos mayor cantidad de ácido clorhídrico y si fuera excesivamente abundante en proteínas se podrían llegar a agredir las paredes del estómago.
El bolo alimenticio, que así se denomina el alimento después de haber sufrido la fase de digestión bucal, obstruye a su paso el conducto respiratorio, haciendo que la epiglotis cierre la laringe para impedir su penetración en la tráquea, episodio que podría acarrear la asfixia. Al penetrar el alimento en el esófago, éste se contrae en forma de una onda que lo recorre de arriba abajo, contracción que empuja el bolo alimenticio, haciéndolo descender a lo largo del tubo.
Así llega al cardias, válvula de entrada al estómago. Esta se abre y permite la entrada del alimento en la víscera por su parte superior, llenándola. Al aumentar la cantidad de alimento, el estómago se dilata, poniéndose los alimentos ingeridos en contacto con los jugos del estómago e iniciándose la segunda fase del proceso digestivo. Mientras los alimentos que se han colocado en la periferia, que son los que primero han penetrado en la víscera, se ponen en contacto con las paredes que segregan el jugo gástrico, los que han penetrado después permanecen en el centro de la masa sin que penetre en ellos el jugo ácido, por lo que continúan sufriendo la acción de la ptialina. Pero lentamente los zumos van actuando dentro de la masa que, sometida a los movimientos del estómago, va macerándose y mezclándose conforme avanza hacia el antro pilórico.El jugo gástrico es el producto de la secreción de las glándulas de la mucosa gástrica y contiene determinados fermentos digestivos de lo cuales el primer lugar en importancia lo ocupa la pepsina, que actúa provocando la desintegración de las proteínas, proceso que solamente se realiza en un medio ácido lo que explica la necesidad del ácido clorhídrico que en estado libre se encuentra también en el jugo gástrico. Asimismo, son importantes fermentos existentes en el estómago como la renina, que cuaja la leche, y la lipasa gástrica, que actúa débilmente sobre las grasas. La mucina (o mucus) cubre el interior del estómago, y por su poder para combinarse con los ácidos protege la mucosa de la acción digestiva de los jugos. La secreción de jugo en el estómago no es constante ya que, según se ha demostrado por numerosos experimentos, se inicia al comenzar a comer por la acción de un mecanismo reflejo, condicionado por estímulos síquicos y gástricos.La digestión gástrica no se reduce a una permanencia inerte de los alimentos en el estómago, sino que contribuye a ella de un modo importante la motilidad gástrica, que hace posible se realice de un modo perfecto la mezcla de alimentos con el jugo segregado. La permanencia en el seno del estómago es muy variable, y depende, sobre todo, de la composición de la comida, pues mientras que la leche ha pasado casi totalmente al intestino al cabo de una o dos horas, una comida mixta corriente puede encontrarse en él pasadas cuatro horas, y si es rica en grasas, hasta después de las cinco horas.Digestión intestinal
Una vez batidos y mezclados los alimentos en el estómago se abre la válvula pilórica, que franquea el paso al duodeno, primera porción del intestino delgado, donde comienzan a actuar sobre el alimento las secreciones del páncreas, de las glándulas intestinales y la del hígado o bilis, que contribuyen a que termine de realizarse la fase más importante de la digestión: el desdoblamiento de los carbohidratos, las grasas y las proteínas en sustancias solubles en el agua y capaces de ser absorbidas por la mucosa intestinal. Todos los jugos que se vierten en el duodeno tienen una reacción alcalina, por lo que neutralizan el ácido clorhídrico que, procedente del estómago, contiene el quimo, transformándolo en cloruros. El jugo pancreático contiene diversos fermentos, siendo los más importantes: la tripsina, que está constituida por un conglomerado de fermentos que actúan sobre las proteínas; la lipasa pancreática, que ejerce su acción sobre las grasas, y la amilasa, que lo hace sobre los polisacáridos.
Los dos primeros fermentos se segregan en forma inactiva y son activados por otros fermentos procedentes del jugo intestinal o de la bilis. Las glándulas intestinales segregan el jugo intestinal, que contiene también diversos fermentos que complementan la actuación del jugo pancreático. Entre ellos se encuentran: la enterocinasa, que obra sobre la tripsina pancreática, activándola; la erepsina, que contribuye al desdoblamiento de las proteínas; la lipasa intestinal que actúa sobre las grasas, y la amilasa, que lo hace sobre los carbohidratos. En el duodeno se derrama también la bilis, que es la secreción del hígado, y que, al contrario de los restantes jugos digestivos, no contiene ningún fermento, a pesar de lo cual es indispensable para el proceso de la digestión en el intestino, ya que activa la lipasa pancreática y hace posible la absorción de la grasa en el mismo. Sus constituyentes funcionales más importantes son los ácidos biliares, que transforman las grasas en jabones fácilmente asimilables. Además, por la bilis se vierten productos como la colesterina, la lecítina y los pigmentos biliares, que pueden considerarse como escorias del organismo. El intestino delgado posee una movilidad característica que, además de hacer más completa la mezcla de los alimentos con los jugos digestivos, permite su progresión a lo largo del trayecto intestinal.
El último eslabón de la digestión es la deshidratación de la materia fecal, para ser posteriormente eliminada. Esta tarea la realiza el intestino grueso o colon de dos metros de largo aproximadamente. El intestino grueso funciona gracias a unos movimientos llamados peristálticos los cuales se ven estimulados por la presencia de fibra vegetal que aporta volumen y presiona los intestinos para que se muevan y permita avanzar las heces hasta su eliminación.
Cuatro o cinco horas después de su ingestión, la comida penetra en el intestino grueso a través de la válvula ileocecal, encontrándose entonces el alimento desprovisto de sustancias digeribles, pues éstas han sido absorbidas en su totalidad en el intestino delgado. El intestino grueso no segrega fermentos digestivos propios y su capacidad de absorción es muy limitada siendo solamente importante la absorción de agua. Sin embargo, en este segmento del intestino el alimento es sometido a la acción de la flora bacteriana intestinal, produce procesos de fermentación y putrefacción. Los alimentos permanecen en el intestino grueso de ocho a diez horas, contribuyendo a la formación de las heces fecales, que penetran en el recto y son expulsadas, al exterior como productos de desecho del organismo. Es creencia popular que las heces son residuos alimenticios no absorbidos, pero este concepto está lejos de la realidad, pues la base de su constitución son las secreciones intestinales, excreciones de materia celular, bacterias y sólo una pequeña parte de residuos de alimentos. Los alimentos concentrados, como el queso, huevos y carne, son digeridos y absorbidos casi en su totalidad, dejando un escaso residuo.La leche y el pan dejan abundante resto, y cuando se comen frutas y verduras llega al intestino grueso una gran cantidad de celulosa no digerible que fermenta y que por la absorción de agua adquiera una adecuada consistencia.Así pues las características físicas y el grado de descomposición de los excrementos están determinados por la composición de la dieta.
El proceso de una digestión completa puede durar de 24 a 48 horas. Paralelamente están funcionando todas sus fases ya que comemos de tres a cinco veces al día en menor o mayor cantidad. La salud del mecanismo y por lo tanto de la nuestra, depende del equilibrio entre lo que entra y lo que se elimina, y más propiamente entre lo que verdaderamente se digiere y asimila que es lo que de verdad nos nutre.No es sólo qué comemos sino también cómo, cuando y hasta con quién, lo que influye y determina a la larga nuestro estado general de salud.
Consejos prácticos para mejorar la digestión
Masticar y ensalivar detenidamente los alimentos es el paso más importante, pues determina que todos los demás escalafones del proceso digestivo se realicen óptimamente.Evitar las presiones en la zona abdominal, cinturones, fajas o todo aquello que la comprima, así como mantener la espalda recta, para facilitar una buena digestión.Comer respirando conscientemente y huyendo de imágenes y noticias negativas es garantizarnos una mayor felicidad.Las comidas copiosas en la que hemos mezclado diferentes tipos de alimentos entre sí sobrecargan los órganos digestivos por lo que después no es aconsejable hacer la siesta ya que ralentiza el metabolismo y también la digestión, ni ningún esfuerzo físico o intelectual intenso que obligue a la sangre que se encuentra en la zona digestiva a desplazarse hacia otras zonas del cuerpo. El orden digestivo del metabolismo nos indica que alimentos como el pan, las papas, el arroz y las pastas (hidratos de carbono), se digieren mejor y más rápidamente si los comemos separados de carne, pescados y otros alimentos proteicos. Y en el caso de consumirlos juntos (pan con queso) que sea en poca cantidad y sobretodo masticándolos muy bien para facilitar al máximo la digestión.

martes, 3 de noviembre de 2009

la célula


Los seres vivos están formados por mínimas unidades llamadas células. Todas las funciones químicas y fisiológicas básicas, por ejemplo, la reparación, el crecimiento, el movimiento, la inmunidad, la comunicación, y la digestión, ocurren al interior de la célula.
Los hombres de ciencia, solo pudieron realizar investigaciones en relación a ellas después del descubrimiento del microscopio.
Clasificación de los seres vivos
Según el número de células que los forman, los seres vivos se pueden clasificar en unicelulares y pluricelulares.
Unicelulares: Son todos aquellos organismos formados por una sola célula. En este grupo, los más representativos son los protozoos -ameba, paramecio, euglena-, que sólo pueden observarse con un microscopio.
Pluricelulares: Son todos aquellos organismos formados por más de una célula. Existe gran variedad de ellos, tales como los vertebrados (aves, mamíferos, anfibios, peces, reptiles) y los invertebrados (arácnidos, insectos, moluscos, etc.).
En los vegetales, podemos tomar como ejemplos a las plantas con flores (angiosperma), sin flores típicas (gimnospermas), musgos, hongos, etcétera.
Modelo de célula
Los organismos pluricelulares presentan una determinada organización de sus células, en distintos niveles, que son:
Célula: mínima unidad que forma parte de un ser vivo.
Tejido: conjunto de células que tienen características y funciones similares y con un mismo origen.
Órgano: conjunto de tejidos unidos y coordinados para cumplir una función específica. Por ejemplo: pulmón, corazón, estómago, etcétera. En el caso de los vegetales, son considerados órganos: la raíz, las semillas, las hojas, las flor, etcétera.
Sistemas: resultado de la unión de varios órganos, los cuales funcionan de una forma coordinada para desempeñar un rol determinado. Por ejemplo: se habla de Sistema Digestivo, Renal, Circulatorio, Nervioso, Reproductor, etcétera.
Organismo: es un ser vivo formado por un conjunto de sistemas, que trabajan armónicamente.
Existen seres vivos que no tienen órganos o sistemas estructurados, pero poseen una organización sencilla, esto les permite un buen desarrollo. Si un órgano se daña o altera provoca una desorganización del ser vivo.
Las tres partes básicas de toda célula son: la membrana plasmática, el citoplasma, y el núcleo.
Membrana Celular o plasmática
La membrana celular se caracteriza porque:
Rodea a toda la célula y mantiene su integridad.
Está compuesta por dos sustancias orgánicas: proteínas y lípidos, específicamente fosfolípidos.
Los fosfolípidos están dispuestos formando una doble capa, donde se encuentran sumergidas las proteínas.
Es una estructura dinámica.
Es una membrana semipermeable o selectiva, esto indica que sólo pasan algunas sustancias (moléculas) a través de ella.
Tiene la capacidad de modificarse y en este proceso forma poros y canales
Funciones de la membrana celular
Regula el paso de sustancias hacia el interior de la célula y viceversa. Esto quiere decir que incorpora nutrientes al interior de la célula y permite el paso de desechos hacia el exterior.
Como estructura dinámica, permite el paso de ciertas sustancias e impide el paso de otras.
Aísla y protege a la célula del ambiente externo
El citoplasma
Se caracteriza porque:
Es una estructura celular que se ubica entre la membrana celular y el núcleo.
Contiene un conjunto de estructuras muy pequeñas, llamadas organelos celulares.
Está constituido por una sustancia semilíquida.
Químicamente, está formado por agua, y en él se encuentran en suspensión, o disueltas, distintas sustancias como proteínas, enzimas, líquidos, hidratos de carbono, sales minerales, etcétera.
Funciones del citoplasma
Nutritiva. Al citoplasma se incorporan una serie de sustancias, que van a ser transformadas o desintegradas para liberar energía.
De almacenamiento. En el citoplasma se almacenan ciertas sustancias de reserva.
Estructural. El citoplasma es el soporte que da forma a la célula y es la base de sus movimientos.
Los organelos celulares
Son pequeñas estructuras intracelulares, delimitadas por una o dos membranas. Cada una de ellas realiza una determinada función, permitiendo la vida de la célula. Por la función que cumple cada organelo, la gran mayoría se encuentra en todas las células, a excepción de algunos, que solo están presentes en ciertas células de determinados organismos.
Mitocondrias: en los organismos heterótrofos, las mitocondrias son fundamentales para la obtención de la energía.
Son organelos de forma elíptica, están delimitados por dos membranas, una externa y lisa, y otra interna, que presenta pliegues, capaces de aumentar la superficie en el interior de la mitocondria. Poseen su propio material genético llamado DNA mitocondrial.
La función de la mitocondria es producir la mayor cantidad de energía útil para el trabajo que debe realizar la célula. Con ese fin, utiliza la energía contenida en ciertas moléculas. Por ejemplo, tenemos el caso de la glucosa.
Esta molécula se transforma primero en el citoplasma y posteriormente en el interior de la mitocondria, hasta CO2 (anhídrido carbónico), H2O (agua) y energía. Esta energía no es ocupada directamente, sino que se almacena en una molécula especial llamada ATP (adenosin trifosfato).
El ATP se difunde hacia el citoplasma para ser ocupado en las distintas reacciones en las cuales se requiere de energía. Al liberar la energía, el ATP queda como ADP (adenosin difosfato), el cual vuelve a la mitocondria para transformarse nuevamente en ATP.
La formación del ATP puede representarse mediante la siguiente reacción química:

Energía

ADP + P + ----------------> ATP (P = fosfato)

Esta reacción permite almacenar la energía.
En tanto, el proceso inverso, de liberación de energía, es:
ATP
----------------> ADP + P + Energía
Cloroplastos: son organelos que se encuentran sólo en células que están formando a las plantas y algas verdes. Son más grandes que las mitocondrias y están rodeados por dos membranas una externa y otra interna. Poseen su propio material genético llamado DNA plastidial, y en su interior se encuentra la clorofila (pigmento verde) y otros pigmentos. Los cloroplastos son los organelos fundamentales en los organismos autótrofos, es decir, aquellos capaces de fabricar su propio alimento.
En ellos ocurre la fotosíntesis. Para que esta se realice, se requiere de CO2, agua y energía solar, sustancias con las cuales la planta fabrica glucosa. Esta molécula le sirve de alimento al vegetal y a otros seres vivos. Así se forma, también, el oxígeno que pasa hacia la atmósfera.

clorofila

6CO2 +6H2O + Energía----------------> glucosa + 6O2
Ribosomas: son pequeños corpúsculos, que se encuentran libres en el citoplasma, como gránulos independientes, o formando grupos, constituyendo polirribosomas. También, pueden estar asociados a la pared externa de otro organelo celular, llamado retículo endoplasmático rugoso. En los ribosomas tiene lugar la síntesis de proteínas, cuyo fin es construir el cuerpo celular, regular ciertas actividades metabólicas, etcétera.
Retículo endoplasmático: corresponde a un conjunto de canales y sacos aplanados, que ocupan una gran porción del citoplasma.
Están formados por membranas muy delgadas y comunican el núcleo celular con el medio extracelular -o medio externo-.
Existen dos tipos de retículo. Uno es el llamado rugoso, en la superficie externa de su membrana van adosados ribosomas.
Su función consiste en transportar proteínas que fueron sintetizadas por los ribosomas y, además, algunas proteínas que forman parte de ciertas membranas de distintas estructuras de la célula.
El otro tipo es el liso. Carece de ribosomas y está asociado a ciertas reacciones relacionadas con la producción de sustancias de naturaleza lipídica -lípidos o grasas-.
Aparato de Golgi: está delimitado por una sola membrana y formado por una serie de sacos membranosos aplanados y apilados uno sobre otro. Alrededor de estos sacos, hay una serie de bolsitas membranosas llamadas vesículas. El aparato de Golgi existe en las células vegetales -dictiosoma- y animales. Actúa muy estrechamente con el retículo endoplasmático rugoso. Es el encargado de distribuir las proteínas fabricadas en este último, ya sea dentro o fuera de la célula. Además, adiciona cierta señal química a las proteínas, que determina el destino final de éstas.
Lisosomas: es un organelo pequeño, de forma esférica y rodeado por una sola membrana. En su interior, contiene ciertas sustancias químicas llamadas enzimas -que permiten sintetizar o degradar otras sustancias-. Los lisosomas están directamente asociados a los procesos de digestión intracelular. Esto significa que, gracias a las enzimas que están en el interior, se puede degradar proteínas, lípidos, hidratos de carbono, etcétera. En condiciones normales, los lisosomas degradan membranas y organelos, que han dejado de funcionar en la célula.
Centríolos: están presentes en las células animales. En la gran mayoría de las células vegetales no existen. Conformados por un grupo de nueve túbulos ordenados en círculos, participan directamente en el proceso de división o reproducción celular, llamado mitosis.
Vacuolas: son vesículas o bolsas membranosas, presentes en la célula animal y vegetal; en ésta última son más numerosas y más grandes. Su función es la de almacenar -temporalmente- alimentos, agua, desechos y otros materiales.
El núcleo
Es fundamental aclarar que existen células que tienen un núcleo bien definido y separado del citoplasma, a través de una membrana llamada membrana doble nuclear o carioteca. A estas células con núcleo verdadero, se les denomina células eucariontes.
Hay otras células -en las bacterias y en ciertas algas unicelulares- que no tienen un núcleo definido ni determinado por una membrana. Esto indica que los componentes nucleares están mezclados con el citoplasma. Este tipo de células se denominan procariontes.
En la célula eucarionte el núcleo se caracteriza por:
Ser voluminoso.
Ocupar una posición central en la célula.
Estar delimitado por la membrana carioteca. Ésta presenta poros definidos, que permiten el intercambio de moléculas entre el núcleo y el citoplasma.
En el interior del núcleo se pueden encontrar:
Núcleo plasma o jugo nuclear.
Nucléolo: cuerpo esférico, formado por proteínas, ácido desoxi-ribonucleico (ADN) y ácido ribonucleico (ARN), ambos compuestos orgánicos.
El nucléolo tiene la información para fabricar las proteínas.
Material genético: está organizado en verdaderas hebras llamadas cromatinas, formadas por ADN. Cuando la célula se reproduce, la cromatina se condensa y forma unas estructuras llamadas cromosomas, donde está contenida toda la información genética propia de cada ser vivo.
La función del núcleo es dirigir la actividad celular, es decir, regula el funcionamiento de todos los organelos celulares.